Este número de Concilium se inicia con una buena noticia sobre los jóvenes adultos: tienen voz y hablan enérgicamente. Junto a teólogos más experimentados, este número da la voz también a estudiosos y teólogos jóvenes. En los diferentes artículos se nos muestra cómo hacen teología los jóvenes, cómo ven su lugar en la escena global, sobre todo en la Iglesia, cómo ven el futuro, cuáles son sus desafíos con respecto a la sexualidad y la familia, la fe y la pertenencia católica en una sociedad pluralista.