Lo que puede una sospecha de Antonio Mira de Amescua aparece el tema tan recurrente dentro de las comedias del Siglo de oro, el papel que juegan los criados en las aventuras y desventuras de sus amos.
Con mucha frecuencia se ha afirmado que fue Mira de Amescua quien llevó a su culminación el desarrollo y la personalidad definitiva del personaje de criado o sirviente. Este autor lo convirtió en confidente y elemento imprescindible como persona del drama.
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Lo que puede una sospecha el criado actúa decisivamente sobre el destino de los otros personajes, en virtud de sus dones personales: inteligencia, experiencia de la vida, audacia y conocimiento del corazón humano de su amo.