Su gran delito
Om bogen
Su gran delito: "Raquel aspiró con fuerza. Se habían educado en el mismo colegio, habían recibido idénticos consejos, habían observado los mismos ejemplos, y sin embargo, ¡qué diferentes eran una de otra! Susana no tenía punto de afinidad con ella.
—Nunca me casaré con un hombre que desee tan sólo mi capital. Tengo, aparte de mi fortuna, el tesoro de mi corazón y éste no se lo entregaré a cualquiera.
—Eres una muchacha demasiado romántica.
—Al contrario. Soy una muchacha justa que desea ser amada por ella misma. No por el dinero. ¿Sabes, Susan? A veces siento un odio mortal hacia esa fortuna."