La joven Cara Piqueres vive con su familia en una gran ciudad y lleva una existencia aparentemente normal, pero cuando llega la noche, y el padre regresa a casa, precedido siempre por la Sombra, comienza la pesadilla.
Gracias a los cuentos que le narra su hermano Nato a los pies de la cama, antes de dormirse, y a su imaginación, Cara intentará esquivar el dolor y la ira que se instala a diario en el hogar.
Cuando la situación se vuelve insostenible, toma una decisión tras la que ya no es posible dar marcha atrás. Un objeto heredado de madres a hijas irá marcando los destinos de tres generaciones de mujeres víctimas de la violencia y el maltrato.
La autora recrea con meticulosidad una atmósfera doméstica opresiva en la que apenas hay respiro. Su estilo narrativo nos lleva de la desdicha a la esperanza a lo largo de toda la novela.
Somos nosotros, finalmente, los que decidiremos en qué lugar quedarnos.