"Cartas desde mi celda" fue escrito en el Monasterio de Veruela, situado bajo el monte Moncayo, en 1864. Allí acudió Gustavo Adolfo Bécquer para restablecerse de sus enfermedades, la tuberculosis y la tisis, por aquellos entonces enfermedades mortales.
Libro corto y conciso, lo componen las cartas que enviaba al periódico El Contemporáneo. En la publicación se recogen todas las vivencias que Bécquer tildaba de importantes, tanto leyendas de los alrededores como simples paseos y sus aventuras. Sus relatos están repletos de vitalidad, recuerdos y una prosa cuidada y claramente lírica. En las líneas se puede palpar el amor que el autor siente por la naturaleza y por los paisajes.