¿Es razonable creer en Dios hoy en día? ¿Qué razones hay? ¿Cómo puede Dios permitir que exista el mal? ¿Qué certezas hay de que sigue la vida después de la muerte? ¿Puede el cristiano confiar en la Iglesia?
El autor se dirige a quienes creyeron en Dios, pero siguen sin respuestas; y a quienes creen, pero buscan fundamentar su fe de un modo más sólido. La fe y la adhesión a la Iglesia no enjaulan la libertad, sino que la garantizan. Para arraigar en el corazón, la fe debe ser alimentada por el estudio y la oración.