Un número de teléfono mal marcado lleva a Donovan a la puerta de Sandia. Él pensaba que debía enseñarle Braille a una persona ciega, mientras que ella pensaba que el era un abogado de caos de discapacidad. Cuando Donovan se entera de las terribles circunstancias de Sandia y su abuelo, la lección de Braille se olvida y se embarca en una misión para ayudar a Sandia a resolver los diversos dilemas que amenazan con abrumarla.