Britt Carlton no quería enamorarse. Ya lo había hecho una vez y no pensaba volver a repetir la dolorosa experiencia. Pero cuando Ashley Thornton se mudó al apartamento de al lado, Britt supo que sólo había una forma de evitar el desastre: tenían que ser sólo amigos. Nada más…Sin embargo, aunque intentaran con todas sus fuerzas resistir la atracción que existía entre los dos, aunque rechazaran de plano la idea del amor y del matrimonio, Britt y Ashley no podían escapar de algo que ya era un hecho. Habían empezado siendo sólo amigos, pero la amistad ya no era suficiente...