Pensar ha sido considerado muchas veces como una actividad peligrosa, pero con los avances de la inteligencia artificial, es posible que incluso acabe siendo directamente abolida por la ley. Sirva este libro como revulsivo a la tendencia a mantener el cerebro al ralentí y con riesgo serio de que se nos acabe calando. Guárdelo bajo su almohada y cuando sienta que está a punto de ser incapaz de pensar por usted mismo, o note que alguien pretende hipnotizarle desde algún púlpito o red social, relea alguna de sus páginas y le volverá de inmediato el impulso del pensamiento crítico.