El oficial Guy Tripopulous sabía que el caso de la mamá secuestrada no era un asunto corriente: la nota en la que se pedía el rescate estaba manchada, escrita con letras de imprenta y los hijos de la víctima parecían extrañamente bien informados. Sin embargo, Guy decidió seguirles el juego. Había estado devanándose los sesos para encontrar una forma de entrar en contacto con su guapa vecina, y la estratagema de Addie y A.J. Douglas le proporcionaba una excusa inmejorable.
Encontrar a la mamá desaparecida sería toda una delicia. Pero, sin esperárselo, Guy se encontró con un caso más peliagudo entre manos. Nancy Douglas y sus dos adorables hijos le habían robado el corazón... y no estaba muy seguro de querer que se lo devolvieran.