Cuando la casa se quema
Tietoa kirjasta
Cuatro ensayos que abordan el presente crítico en que nos sumió la pandemia, una reflexión profunda sobre la naturaleza de puertas y umbrales.
El rostro es lo más humano, el ser humano tiene un rostro y no simplemente un morro o una cara, porque habita en lo abierto, porque en su rostro se expone y se comunica. Por esta razón el rostro es el sitio de la política. Nuestro tiempo impolítico no quiere ver su propio rostro, lo mantiene a distancia, lo enmascara y lo cubre. Ya no debe haber rostros, sólo números y cifras. Incluso el tirano no tiene rostro
¿Qué casa se está quemando? ¿El país donde vives o Europa o el mundo entero? Tal vez las casas, las ciudades ya se han quemado, no sabemos por cuánto tiempo, en una sola hoguera inmensa, que fingimos no ver.