"Es la novela de una particular clase social: la más alta, la del poder, las drogas, la política y los viajes de placer, esa clase social que todos nuestros países tienen, buena para nada, inútil hasta la exasperación.
El planteo de esta novela es, en esencia, el vacío. La vacuidad de estas vidas es impresionante, y en tal sentido me parece un logro que este texto muestre tan virtuosamente la infatuación y el eterno desmoronamiento de las burguesías. La lectura de este libro permitirá, seguramente, un abordaje a uno de los conflictos socio-políticos nacionales más impresionantes del mundo: el caso (o la tragedia) de Colombia, ese país entrañable y bello hasta la exageración, reflejado en estas páginas de una manera ejemplar, desdichadamente desgarrada por violencias, injusticias, migraciones y pacaterías; un país que no contiene a su gente y por generaciones se ha venido degradando. Entonces los que protagonizan este texto vendrían a ser algo así como los últimos especímenes, los más desvalidos, inservibles y descartables.
Un texto duro e implacable, o liviano como un culebrón, según se lo mire: una honesta perspectiva de la joven narrativa colombiana".