Las historias de estas mujeres nos interpelan a partir de su derecho y su capacidad de autorepresentarse, no como adalides de las luchas de las mujeres negras colombianas en general, sino como subjetividades y trayectorias encarnadas de tensiones, ambigüedades, contradicciones y zonas grises presentes en las reconstrucciones de sus biografías.
Con este libro comprendemos que autorepresentarnos como mujeres negras es oponernos a la imposición de un relato nacional que ignora o estereotipa nuestras actuaciones y producciones culturales. Autorepresentarnos es crear y recrear −desde nuestras propias identificaciones y con nuestros propios recursos estéticos e intelectuales− la historia y la cultura negras colombianas en toda su polifonía; es hacer uso de nuestra agencia subjetiva para adquirir existencia política y cultural como mujeres negras, en toda nuestra diversidad, dentro de la sociedad colombiana.