Carlos Barreto, Charli para sus amigos, es probablemente el peor detective que jamás haya empuñado lupa y pipa en Gran Canaria, aunque si leer novelas de misterio convalida un par de años de academia, Charli bien podría ser comisario.
En Las cinco muertes de Jacinto Samitier la pandemia pilla a Barreto en Lanzarote trabajando como guardaespaldas para un anciano VIP que sale mucho en los reálitis y en la prensa rosa, y en el avión de vuelta a Gran Canaria todos los pasajeros dan positivo. A Charli le toca pasar una semana confinado en una casa de Tafira Baja, con un elenco de personajes de lo más variopinto. Una estancia que solo podría volverse más complicada si por casualidad amaneciera uno de ellos cosido a puñaladas a la más pura tradición de las novelas que Carlitos tanto adora ¿Será capaz de resolver el misterio?
Atrévete a descubrir esta divertida novela de Miguel Aguerralde, que es un whodunit de los de toda la vida, pero cocinado en canarias, con nuestro mojo, nuestras papas y ese humor socarrón que nos caracteriza.