El Apocalipsis se está redescubriendo desde el punto de vista aplicativo y pastoral, pero no es un libro de lectura fácil. Su lenguaje particular, el uso amplísimo de un simbolismo erudito y muy suyo sitúan muy alto el umbral de acceso. Se requiere un estudio decidido para evitar el riesgo de una lectura parcial y que se preste a desviaciones. Y esto es justamente lo que trata de ofrecer este libro, porque un análisis en profundidad podrá dar una nueva impronta a nuestra vida y a nuestra historia.