Lo que toda mujer debe saber - Crónicas de sociedad - La boda del millonario
Tietoa kirjasta
Lo que toda mujer debe saber
J.D. Turner no podía permitir que Tally eligiera un compañero sin antes saber todo lo que podía haber entre un hombre y una mujer. Sobre todo si aquella belleza iba a criar a su pequeño. Por eso había decidido enseñarle personalmente lo que era el verdadero amor. Tally Smith tenía un plan para encontrar al hombre perfecto, casarse y formar la familia ideal para el pequeño Jed... Al menos hasta que J.D. la secuestró con la excusa de enseñarle lo que realmente necesitaban el niño y ella. Bueno, pues Tally también podía decírselo: ¡el niño y ella lo necesitaban a él!
Crónicas de sociedad
¿Seguiría queriéndola cuando se enterara de quién era realmente?
Anna Sinclair era una joven de clase alta que trataba de convertirse en diseñadora de vestidos de novia, pero su vida amorosa era un auténtico desastre. Por eso decidió disfrazarse y empezar de nuevo en otro sitio... eso sí, evitaría cualquier tipo de romance. Entonces apareció el guapísimo empresario Ryan Cavanaugh para hacerse pasar por su novio en una fotografía... y Anna no tardó en quedar rendida a sus pies. Ryan Cavanaugh no era de los que permitían que los engañaran, por eso cuando se quedó fascinado con aquella encantadora diseñadora, sólo deseó que fuera tan sincera como parecía. Llevaba mucho tiempo tratando de creer en el verdadero amor... y gracias a aquella mujer, estaba incluso considerando la posibilidad de casarse.
La boda del millonario
¿Podría aquel día hacer que pasaran juntos toda la vida?
El millonario Richard Mallory llevaba toda la vida rodeado de mujeres tan bellas como poco adecuadas. Y justo cuando había desechado la idea de conocer a la mujer perfecta, se la encontró… en su cama. Parecía alguien diferente; sincera, inocente… ¿Qué demonios hacía entonces en su dormitorio?
Ginny solo trataba de hacerle un favor a una amiga, pero eso no se lo podía decir a aquel tipo, ¿verdad? Se suponía que aquella mentirijilla la sacaría del apuro y, sin embargo, la metió en otro peor. Ahora tendría que pasar el día entero con el guapísimo empresario…