El uso del tiempo constituye un indicador importante del bienestar de la población, de las desigualdades sociales y de género. El tiempo que se dedica a las actividades no remuneradas y remuneradas por parte de hombres y mujeres de diferentes grupos sociales permite visibilizar las cargas de trabajo totales, las cuales generalmente ponen en desventaja a las mujeres. En estos estudios se ha procurado respaldar o refutar diversos planteamientos sobre el origen de las desigualdades sociales y de género en el uso del tiempo, señalar los ámbitos donde se visualizan trazos de transformación y las tendencias que permanecen.