La imagen de un compositor tan genial como Johann Sebastian Bach suele prestarse a simplicaciones que pueden ser confusas. Así J. S. Bach ha sido considerado durante demasiado tiempo el músico dedicado de un modo casi exclusivo a la experiencia de lo sagrado. Sin embargo Bach fue también algo más, un hombre que vivió a fondo el espíritu de su tiempo y lo reflejó, cuando su inspiración por ahí le conducía, hacia lo humorístico y lo burlesco. Teniendo eso en cuenta Domingo del Campo, ilustre musicólogo y experto en el mundo bachiano, nos transmite en este libro póstumo una imagen rica y plural de la obra de quien ha sido considerado por muchos como el genio más indiscutible de la historia de la música.