Amy Vale estaba decidida a casarse con un ganadero de Wyoming y convertirse en una esposa modelo. Había encontrado un hombre bueno y cariñoso con el que pasar el resto de su vida y prefería eso a un amor apasionado.
Beau Diablo, el futuro hijastro de Amy, hacía honor a su apellido: era un vaquero endiabladamente atractivo. Pero Beau no pensaba dejar que su padre hiciera el ridículo casándose con aquella rubia ambiciosa y estaba decidido a impedir el matrimonio a toda costa.