Su falso matrimonio había acabado con un "Sí, quiero".
El guapísimo abogado Brett Hamilton había resultado ser un auténtico lord inglés y le había pedido a la secretaria Sunny Robins que fuera su prometida. Todo era una fachada gracias a la que ella conseguiría un lugar donde vivir y él convencería a sus padres de que había encontrado el amor, escapando así del matrimonio que ellos le habían preparado.
¿Conseguiría una pareja tan mal avenida como ellos encontrar lo que realmente andaban buscando: el amor verdadero y duradero?