Sexto de la serie. Alex Montoya era el hijo del ama de llaves y lo bastante ingenuo como para enamorarse de la hija del jefe. Después de ser expulsado como castigo, Alex se había convertido en un millonario con un solo objetivo: la venganza. Ahora tenía a Rebecca Huntington justo donde la quería… pagando las deudas de su padre, convertida en su ama de llaves.
Alex se había jurado que no volvería a sentir nada más que frío desdén por la mujer que estaba a su merced. Sin embargo, algunos recuerdos eran difíciles de borrar y, algunos deseos, imposibles de resistir.