El padre de Julio había perdido su fortuna y su reputación, y este hacía responsables de ello a la familia de Taz Laker. Decidido a vengarse, Julio había planeado casarse con Belinda, la madrastra de Taz.
Taz y Julio habían sido amantes, y la feroz atracción sexual que había existido entre ellos no había desaparecido. La joven estaba decidida a impedir ese matrimonio. Si Julio se casaba con alguien, tenía que ser con ella... y por amor.