El lema personal de Juan Calvino fue: "Te ofrezco a Tí mi corazón, Oh Dios, pronto y sinceramente". El pastor Ryken explica maravillosamente el sentido de este lema, pues describe el calvinismo verdadero, porque entiende el corazón de Calvino tanto como su cabeza. Será provechoso para el recién convertido tanto como el cristiano maduro, pues es muy legible y preciso.
Este breve sumario e introducción práctica a la espiritualidad reformada se resume en las palabras del pastor Ryken: "Las doctrinas de la gracia sirven para preservar todo lo que es bueno y correcto de la vida cristiana - la humildad, santidad, y gratitud, con una pasión por la oración y evnagelización." Sigue el autor, "El calvinista verdadero debe ser el cristiano más sobresaliente, no áspero y mezquino, sino arraigado en la gracia de Dios, así generoso de espíritu".