Este libro reflexiona sobre el talante decididamente autoritario que asumió parte de la política argentina en la última década, y sobre los riesgos que se vislumbran para la continuidad del sistema democrático en la etapa implosiva en la que está ingresando el capitalismo global. El hilo conductor de los artículos que lo integran —algunos ya publicados, otros hasta ahora inéditos— es el funcionamiento del liberalismo en tanto ideología, las narrativas en las que se plasma, las subjetividades que alimenta.
La primera parte analiza diversos aspectos del antiperonismo: su conexión con el antipopulismo, la matriz común de ambos en la tradición liberal, su tendencia a caer en la autodenigración nacional y su papel en el ascenso del macrismo. La segunda intenta relacionar esas discusiones con fenómenos que ocurren a nivel global, en particular con el atractivo que ha ganado la derecha radicalizada en diversos países. Los textos giran aquí en torno de los microfascismos, los puntos de contacto entre liberalismo y conservadurismo y entre ambos y las visiones reaccionarias.
El epílogo argumenta que presenciamos el avance de un "individualismo autoritario", término que el autor propone, en debate con otros enfoques disponibles, para denominar la subjetividad emergente, sobre la que este volumen se propone advertir.