Se había enamorado de la mujer a la que debía desprestigiar como madre...
La misión de Evan Graham era muy sencilla: tenía que fingir ser jardinero para acercarse a Hannah James y demostrar que no era una madre competente para que su suegro se hiciera con la custodia de su hijo de cinco años.
Pero la bella viuda no era en absoluto lo que le habían hecho creer. Hannah despertó en él emociones desconocidas y muy pronto, la misión se hizo mucho más personal...