Debería haber sido un viaje rutinario a Cozumel para proporcionar asistencia médica a las huérfanas de La Casa. Sin embargo, la doctora Cate Calloway no se encontró con el bullicio habitual del albergue, sino con el silencio, las amenazas y… el peligro. Además, solo podía acudir al último hombre del mundo al que querría ver.
Ella nunca había podido confiar en Justin Seavers, el malcriado playboy amigo de su exmarido. Sin embargo, en ese momento, él era la única esperanza que tenía para rescatar a los amigos que dirigían La Casa.