La maestra Lisa Kittridge había jurado que iba a mantenerse alejada de los hombres durante un tiempo, pero nada más ver a su guapo, aunque exasperante, nuevo voluntario, olvidó aquella promesa por completo. De pronto no podía contener el deseo de descubrir el secreto que ocultaba Ian Malone. Ian sabía que trabajar de voluntario en aquel refugio para indigentes no era exactamente como cumplir una sentencia, pero no podía revelar su identidad ni ciertos secretos… El problema era que la bella Lisa era demasiado peligrosa. Aquellos labios…