Sí, gracias a su mejor amiga, Lucy Caldwell iba a darle a su hijo, Cain, la oportunidad de tener hermanitos, aunque fuera sólo de manera temporal y además fueran unos verdaderos diablillos. Lucy estaba segura de que aquel iba a ser el verano de sus sueños, pero no contaba con el papá de los pequeños. Aunque no tardó en estar dispuesta a incluir al guapísimo Woody Pembrooke en todos sus planes... para toda la vida.