Consciente de la enorme capacidad formativa de la música, Beethoven intentó abrir un camino hacia la felicidad. Su Novena Sinfonía es una festiva proclamación de la unión fraterna y el respeto al Creador. Escuchada así, no solo emociona su alegría: sobrecoge también el mensaje de esperanza y la ternura que transmite su armonía. Así lo muestra el autor en este original y breve ensayo.