Con "El caballero de las botas azules", escrita en 1867, Rosalía de Castro crea una obra diferente, una obra que pone de manifiesto tanto la hipocresía social como la decrepitud de la literatura de su época. El lector advierte el afán innovador de la autora desde el inicio, ya que la obra parte de un prólogo nada convencional, el cual, además de dar ciertas claves anteriores a la historia (el origen del fabuloso duque de la Gloria), constituye un ensayo literario dialogado, a modo de escena dramática, en el que se defiende la novedad y la originalidad, al mismo tiempo que se desprecian las obras inspiradas en la decadente estética romántica y clasicista.
SINÓPSIS
Un hombre, con afán de fama y reconocimiento póstumo, invoca a las musas para que le inspiren una nueva fórmula poética. En su lugar acude la Novedad, quien lo tomará como su protegido y lo convertirá en el duque de la Gloria, un insólito ser, que con su extraordinaria vestimenta (botas azules, aguilucho por corbata y bastón con cascabel), llegará a la corte escandalizando y atrayendo la curiosidad de todos. Su misión será la de dejar en evidencia, mediante la ironía y la burla, a la sociedad madrileña, dominada por la hipocresía y la vanidad, así como, también, a la ripia literatura que se comercializaba en la época.