Para muchos, el Espíritu Santo sigue siendo un desconocido: «ni siquiera sabíamos que existía» (Hch 19,2). Muchos cristianos, que decimos creer en la Tercera Persona de la Trinidad, sabemos poco de ella, nos resistimos a su acción e incluso vivimos como si no existiera. Leer un libro sobre el Espíritu Santo nos será de utilidad pues, además de aumentar nuestros conocimientos, dispondrá nuestra mente y nuestro corazón para acoger al Dios Amor y secundar su acción de nosotros.