Lo cual es un problema, porque a su familia le encantan. Su casa está llena de mascotas. De lo que no está llena es de las cosas que a Malcolm le gustan. Por ejemplo, el ordenador portátil que quería por su cumpleaños.
El único detalle positivo es la excursión de sexto, que Malcolm no esperaba que sus padres le pagasen. Pero allí estaba, en el autobús, rumbo a… Oh, no. A una granja.
En el transcurso de los días siguientes, Malcolm cambia. Aprende un montón sobre los animales. En muchos aspectos, más de lo que le habría gustado. Descubre cómo es de verdad ser un animal o… un buen número de animales.
Esto hace que se sienta distinto. Y que hable de forma distinta. Y coma de forma distinta. Y que… hum…, huela distinto. Pero ¿volverá a ser el mismo de antes?