Emilio Fors es un chico casi como cualquier otro. Está en sexto de primaria y siempre le ha gustado pasar desapercibido. Pero el día en que es víctima de la puntería de Aarón, la estrella del equipo de fut, su mundo cambia por completo y por las noches comienza a tener una pesadilla recurrente.
Todo empeora cuando lo que sufre en sueños lo acompaña al despertar. Si sueña que lo arañan, cuando amanece le arde la piel; si lo golpean, le aparecen moretones. De un momento a otro, por inercia, no puede dejar de dibujar sus pesadillas cada mañana, pues solo así deja de pensar en ellas durante el día.
Cuando su mamá encuentra los dibujos, se siente aterrada porque son increíblemente grotescos y realistas. Y no solo eso, su maestra, quien también los ha visto, está muy preocupada y le recomienda a un psicólogo. El problema es que tal vez no se trata de cualquier psicólogo, y quizá