Dos generaciones marcadas por las cicatrices de la guerra. Un conflicto salido de madre, ya sin rumbo ni sentido, que marca el destino de un país sitiado por la avaricia, las ansias de poder, la violencia y el terror. Y en medio de ello los seres humanos con sus amores, sus frustraciones, sus sueños aplazados y sus voces acalladas por las descargas de fusilería. Cualquier parecido con Colombia no es mera coincidencia.