Conocer la vida, cotidianidad y forma de ser de los pueblos campesinos y pescadores del Magdalena Grande (Cesar, Magdalena y La Guajira) es un reto que debió asumirse mediante un método que permitiera a las personas expresar el significado de lo que hacen y por qué lo hacen. Esto fue posible gracias al diálogo e intercambio de saberes, pero fundamentado en el saber escuchar, instrumento de acercamiento que generó una horizontalidad en la construcción de conocimiento sobre el significado de "ser campesino" en una región tan diversa como es el Caribe colombiano. La investigación abordó la realidad de las comunidades campesinas del Magdalena Grande a partir de las formas de relacionarse con el territorio no solo en términos productivos, sino de sus valores y los significados que sobre este construyen.