Riquelme, el detective, es un tipo gris pero eficiente que no está convencido de revelar los resultados de sus investigaciones. Su cliente, protagonista de esa novela, es un hombre doliente y confundido porque su mujer, Elisa Miller, lo ha abandonado. Elena, Mónica, Sonia, son las sombras que atormentan con sus apariciones al desubicado personaje. Séneca, Schopenhauer y Weininger, pero también el jugador de basquetbol Magic Johnson, son las voces que agitan la conciencia del hombre cada vez que éste sostiene diálogos con sus héroes morales y deportivos.
Quizá suceda que el protagonista sólo alcanza a relacionarse con sus semejantes a través del desconocimiento y las conjeturas, pues no sabe si Riquelme planea robarlo, si Elisa vive feliz con otro, o por qué Mónica ha invadido su casa.
En esta novela, ubicada en una fantasmal Ciudad de México, Guillermo Fadanelli echa mano de los elementos más característicos de la novela negra: la figura del detective, y una constante zozobra. Si sumamos a esto su capacidad para narrar la desesperanza y las grietas de la personalidad, tenemos como resultado
El hombre que nació en Danzig: un viaje por los laberintos mentales de un desesperado, un hombre al borde de la extinción.