¡Pero después de probarlo una vez, se quedó enganchada!
Abby adoraba su nueva vida como repostera en la mejor pastelería de Sídney. Trabajar junto al nuevo y taciturno encargado, Tanner, era un inesperado y delicioso reto… sobre todo porque cada noche su mutua atracción no hacía sino incrementarse. Sin embargo, el pasado de Tanner era tan oscuro como la tinta de los tatuajes que cubrían su piel. En el dormitorio, le dejaba acercarse a él tanto como era posible, pero ¿se atrevería Abby a profundizar más?