Los ángeles hablan, a veces en sueños. Así le sucedió a un joven llamado José, descendiente de David. Obedecer las palabras del ángel le convertiría en custodio de una historia maravillosa: la de acoger, proteger y alimentar al mismo Dios y a su madre, María. Este libro trata de amplificar la voz de ese ángel, para que también nosotros la escuchemos.
En la escuela de José, un hombre tan sólido como humilde, tan fuerte como dócil, podemos aprender el arte de custodiar la vida, ajena y propia, no solo la vida natural sino también la del Espíritu. José es el padre que le falta a esta generación y que debemos redescubrir e imitar.