Tía Elvira ha fallecido a los ciento tres años. Era una mujer extraña, solitaria y poderosa, propietaria de Vinícolas Bradley, en Madeira. Su vida privada fue siempre un misterio. Antes de morir, lega a Blanca una carta escrita hace más de ciento cincuenta años, en 1844. Nadie conoce a la remitente, Elisa Parrington. ¿Por qué tía Elvira me ha dejado esta carta?, ¿quién fue Elisa Parrington?, se pregunta Blanca. Para resolver sus dudas, decide investigar e inicia un recorrido por diferentes países. A través de cartas y documentos antiguos, de la intriga, el sexo y la muerte, intentará reconstruir la vida de esa desconocida.