Hay pocos actos más definitorios en la constitución de un campo de conocimiento que una historia que lo aborde: los autores de este libro, coordinado por dos especialistas destacados en historia urbana de América Latina, son muy conscientes de ese rol fundacional, al tiempo que su experiencia en esa rama tan particular de la historia que se centra en la ciudad, pasible de múltiples enfoques resultantes de tantas disciplinas involucradas en ella, los lleva a no abandonar la duda existencial: ¿constituye la historia urbana un campo especifico? El libro es ya una respuesta afirmativa, pero quizás lo que mejor defina los trabajos que reúne es la productividad de la dialéctica entre ese empeño y la duda sistemática, porque es esa inestabilidad esencial lo que obliga a volver a interrogarse creativamente cada vez sobre el objeto, la ciudad y su historia, pulsando una tensión conceptual que le da a esta disciplina su carácter experimental, tan auspicioso y renovador.