Edgar Road es una calle típica de Londres; un camino lleno de gente que habitualmente ni se saluda. Hasta que llega Alfie, un gato precioso, una gran bola de pelo gris envuelta en un suave ronroneo que poco a poco, con su inteligencia, su astucia y su particular manera de vivir en el mundo, cambia la vida de la familia que lo acoge y, después, la de las personas que transitan en silencio por Edgar Road. Alfie tiene un don único, ya que es capaz de conocer los secretos mejor guardados. Solo así puede saber que Claire desea ser madre o que Alesky tiene serios problemas en la escuela. Él desea ayudarlos. Sin embargo, la llegada de unos nuevos vecinos altera la armonía del barrio y Alfie tiene que reaccionar inmediatamente.