Gabriel de Araceli continúa relatando su periplo por el siglo XIX español. Superviviente de la batalla de Trafalgar, el narrador, dos años después de aquellos acontecimientos, se traslada a Madrid, donde acaba trabajando en el servicio de una actriz primero y de una aristócrata después. Gracias a su posición privilegiada, presenciará las intrigas de la corte del rey Carlos IV en un momento apasionante de la historia de España, cuando tiene lugar el llamado «proceso de El Escorial», la conspiración del entonces príncipe Fernando contra su padre y el valido de este y primer ministro, Manuel Godoy.