Ramón María del Valle-Inclán es uno de los mejores escritores españoles de la historia. La amplitud y calidad de su obra, tanto en géneros como en estilos, así como su estrafalaria personalidad (cultivada con gran esmero por el propio don Ramón) hacen una figura imprescindible dentro de nuestras letras.
Publicado en 1916, "La lámpara maravillosa" es un libro iluminado, una obra con un plan que esconde sus secretos, un acertijo poderoso, una hoja de ruta para el viajero. Estamos ante un libro hermosísimo y revelador que acompañará al lector toda la vida, pues lo que persigue no es otra cosa que mostrar cómo vivir la vida como si fuese una obra de arte por medio de ideas arrebatadoramente intensas y dirigidas a un paseante curioso. El artista y «peregrino del mundo» debía desentrañar los enigmas que atañen al mundo, ser un cruzado y continuador de las ideas de los grandes místicos que van y vienen por las páginas de esta obra por medio de referencias directas o indirectas, alusiones más o menos veladas al simbolismo ocultista genuinamente rosacruz (los cristales, la rosa, la alquimia), o del tarot, pero siempre envueltas en un sincretismo esotérico deliberadamente oscuro.