No sería solo una noche con su enemigo… ¡sino toda la vida!
Se suponía que la reina Agnesse no podía casarse con el príncipe Sebastien, que tenía fama de mujeriego. No obstante, se había visto obligada a asistir a una cena benéfica con él y allí había estallado la explosiva química que había entre ambos.
Seb se había prometido que no se casaría jamás por lo infeliz que había sido en el pasado, pero sí estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por proteger a Agnesse. Ambos se habían enfrentado a desengaños por separado, pero en esos momentos el amor que empezaba a nacer entre ellos podía ayudarlos a afrontar su mayor desafío juntos… si de verdad se permitían creer en el amor.