Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada están podadas con esmero, el interfono recién renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye música fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detrás de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar.