Escrita en 1904, es la novela más política del autor en donde cuenta los conflictos sociales durante la Vizcaya moderna que enfrentan los antiguos carlistas bajo el partido nacionalista con el apoyo de los jesuitas de Deusto, con el proletariado minero de los altos hornos en su mayoría emigrantes, quedando en medio los burgueses liberales que desarrollaron la ciudad.
Vicente Blasco Ibáñez nos ofrece una descripción naturalista de las condiciones de trabajo y habitabilidad de la minería vasca del hierro. El autor levantino nos expone el punto de vista empresarial, el de los contratistas, capataces y obreros, así como el del propio médico minero. El distrito minero vizcaíno aparece allí descrito con abundancia de detalles referidos, por ejemplo, al transporte del mineral (mediante planos inclinados, tranvías aéreos, vagonetas, ferrocarriles y embarcaderos y cargaderos de los muelles), al paisaje alterado, a la actividad de las compañías extranjeras o a la inmigración asociada al trabajo de las minas.
Se puede agrupar dentro del grupo de novelas sociales.