El país de origen esboza la imagen de dos mundos: el pasdo representado por la sociedad colonial en las Indias holandesas y el presente de una Europa que se encuentra inmersa en una profunda crisis. Al mismo tiempo, es un retrato del desarrollo personal del autor, el "hijo acendado" que poco a poco adquiere conciencia de las injusticias del sistema colonialista y completa su formación sentimental, humana y política en París, testigo de una generación que lucha contra las potencias totalitarias y de la creciente amenza del nazismo, a las puertas de la segunda Guerra Mundial.