Este libro parte de un curso dedicado al oficio de profesor visto desde el punto de vista de la artesanía. Hay muchos libros que transcriben cursos, pero lo que suele encontrarse es la voz de quien los imparte, generalmente un autor reconocido. Aquí, sin embargo, el profesor no es un autor sino un lector que da a leer. Su voz (su escritura) no sostiene un discurso sino que propone y acompaña un curso. Por eso se comentan textos, se anotan conversaciones y ejercicios, se cuentan dificultades, dudas, divagaciones y desacuerdos.
La figura del profesor aparece acompañada de zapateros, músicos, carpinteros o cocineros; la materialidad, la dignidad y la belleza de su trabajo se elaboran con referencias tomadas de la pedagogía, la literatura, la antropología, el cine o la filosofía; y, desde luego, se combate la precarización del oficio y la pérdida de su sentido público, así como su colonización por la psicología (el aprendizaje), la sociología (las demandas sociales), la empresa (la innovación o la calidad) y la obsesión metodológica y evaluativa.