Rolav, el pequeño príncipe, no sabe qué hacer. Le había prometido a su madre vigilar el huevo azul y este se ha abierto cuando él no estaba. Así que inventa una excusa y promete llevar el animal al desayuno del día siguiente. Ahora solo queda lo más difícil: viajar al País de las Mentiras en busca de la extraordinaria lagartija que ha imaginado. Eso, o decir la verdad.
¿Por qué parece más fácil inventar una mentira que decir la verdad? Quizá sea al contrario.