En esta obra, el autor afirma haber recibido en Egipto una copia de la auténtica Tabla de Esmeralda, concretamente
El Oráculo de Thot, que formaba parte de ella y que se reproduce íntegra en estas páginas. Queda en manos del lector valorar la veracidad de dicha afirmación; sin embargo, resulta indudable la sabiduría que estas sentencias poseen y que, sin duda, despertarán la curiosidad de cualquier persona interesada en los enigmas y el conocimiento del antiguo Egipto.